Masturbándome y chupando en la oscuridad

La luna era sólo una mecha en el cielo, arrojando una tenue luz sobre la habitación.El ambiente era grueso con anticipación cuando comenzó a acariciar su miembro palpitante, su mano resbalaba con saliva de sus labios húmedos.La oscuridad parecía amplificar su placer, sus gemidos resonaban por la habitación mientras se trabajaba más y más cerca del borde.Su otra mano alcanzó el interruptor de luz, pero a medida que lo sacudía, la habitación se hundió en completa oscuridad, elevando sus sentidos y haciendo su deseo aún más intenso.Sus labios se envolvieron alrededor de su duro eje, su lengua bailaba sobre la sensible cabeza.La oscuridad solo se sumó a la emoción, cada movimiento guiado por el instinto y el toque. Podía escuchar su pesada respiración, sus respiraciones llegaban en jadeos entrecortados mientras ella lo acercaba cada vez más al clímax.Y luego, con un gemido final, gutural, estalló, su semilla caliente llenaba su boca de espera.La habitación permanecía en silencio, el único sonido era el suave herrumbre de sábanas mientras recuperaban el aliento.La oscuridad había sido su aliada, su capullo secreto de placer.