Tres ladrones fueron atrapados detrás de la tienda, y el gerente severo tuvo un castigo único: entretener a sus clientes pervertidos. Las mujeres fueron arrasadas en varias posiciones, incluso realizando sexo oral en el anciano.
En una boutique, tres bellezas ébano fueron atrapadas robando algunas medias.En lugar de llamar a la policía, el gerente de la tienda decidió castigarlas de una manera bastante inusual.Les ordenó desnudarse y prepararse para un revolcón salvaje.La rubia asistente se apresuró a unirse a la acción, y la latina ansiosamente les dio una mamada a ambos.El viejo estaba emocionado por la vista de las zorras ébanos dobladas, sus deliciosas curvas en plena exhibición.No perdió tiempo en hundir su miembro palpitante en uno de sus agujeros apretados e invitantes.La otra chica se unió con ansía, sus labios trabajando en su hombría pulsante. El gerente de la tienda quedó completamente satisfecho al taladrar por detrás las bombas de ébano, sus gemidos de placer resonando por la trastienda.La asistente rubia no quedó fuera, y pronto se perdieron los cuatro en medio de la pasión, sus cuerpos moviéndose a un ritmo perfecto.El casting resultó ser un éxito salvaje, con todos los involucrados disfrutando a fondo.
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