Él no pudo resistir las ganas de una mamada y correspondió con un intenso coito en los pasos del calabozo

Él había estado deseando una mamada todo el día y, al regresar a casa, estaba ansioso por satisfacer sus deseos.Su novia, una morena despampanante con un culo perfectamente formado, estaba más que dispuesta a ayudarlo a salir.Al desnudarse, ella ansiosamente tomaba su gran polla negra en su boca, chupándola con pasión con ganas.La vista de ella de rodillas, sirviéndole con entusiasmo, fue suficiente para encender aún más su deseo.Llevandola al calabozo, la ayudó a subir los escalones, sus manos explorando su cuerpo mientras ascendían.Una vez en la parte superior, no perdió tiempo en hundir su miembro palpitante en su culo apretado, el sabor de su dulce coño aún fresco en su boca.La intensidad de su acoplamiento era palpable, sus cuerpos se movían en perfecto ritmo mientras alcanzaban el clímax.Mientras la llenaba con su caliente semen, se deleitó al verla, una sonrisa de satisfacción en su rostro, antes de seguir su traje, cubriendo sus labios lujuriosos con sus propias esencias pegajosas.