Después de un día duro en el gimnasio, necesitaba algo de TLC. Mi madrastra, una hábil terapeuta de masajes, se ofreció a ayudar. Mientras masajeaba mi pierna, el toque sensual llevó a un encuentro caliente, que culminó en un clímax satisfactorio.
Un hombre estaba disfrutando de un buen día en casa, pero luego le lesionó la pierna.Su madrastra vino a ayudarlo y le ofreció un masaje.Cuando comenzó a frotar su espalda, notó que su excitación crecía.El hombre la provocó, diciendo que necesitaba ayuda con su "lesión".Ella preguntó juguetonamente si se refería a su "pija".No lo negó, y comenzaron una sesión caliente.Empezó a hacerle sexo oral, metiéndoselo profundamente en su boca.Luego lo montó, cabalgando su pene apasionadamente.El hombre no pudo contenerse y se corrió dentro de su boca, dejándola satisfecha.Este encuentro fue solo el comienzo de sus aventuras traviesas, ya que continuaron explorando sus deseos juntos.
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