Llegamos al centro comercial, mi chica se calentó y se incomodó. Nos metimos en el baño para un poco de acción. Ella desnudó su culo y tomó mi polla en un viaje salvaje, luego la cambiamos para un final a lo perrito.
En pleno calor del momento, mi novia y yo nos encontramos en un centro comercial, cuando de repente se quedó abrumada de lujuria.Mientras nos abríamos camino hacia el baño, pude ver su dolorido deseo.Una vez que estábamos a solas en el puesto, ella no perdía tiempo en caer de rodillas, tomándome con afán.Después de un satisfactorio intercambio oral, me permitió tomar el control, guiándola a los lavabos donde se agacho, presentando su delicioso culo para que lo tomara.Con un fervor que solo un amante podía reunir, hundí mi miembro palpitante en ella, llevándola salvaje de placer.Pero nuestros deseos carnales estaban lejos de saciarse.La levanté sobre la encimera del lavabo, permitiéndole montarme en una tentadora exhibición de vaquera.Sin embargo, ni esto fue suficiente para saciar nuestra sed por el uno al otro.Solo cuando estábamos de vuelta en el puesto ella finalmente me permitió tomarla una vez más, esta vez en la posición primitiva de desde atrás, dejándonos a ambos completamente gastados y satisfechos.
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