Sesión íntima de masturbación en solitario en la madrugada

En las primeras horas de la mañana, cuando el mundo todavía está dormido y los únicos sonidos son los de la respiración suave, un hombre se encuentra solo en su habitación.El silencio es casi ensordecedor, pero no le importa.Tiene su propia compañía y sus propios placeres a los que atender.Al despertar, no puede evitar sentir la calidez de su propio cuerpo contra las sábanas frías, y la sensación le estremece la columna.Alcanza su miembro palpitante, su mano lo acaricia habilidosamente mientras se pierde en el placer del auto-placer.Su otra mano explora su cuerpo, acariciando cada centímetro de piel, cada curva y contorno.Se pierde en su propio mundo, su propio placer, su propio orgasmo.Este es su ritual diario, su momento privado de consuelo, un momento de placer puro y sin adulterar que nadie más puede compartir.