¡La madrastra calma a su hijastro después de un día difícil! ¡No te pierdas esta escena caliente!

Después de un largo día de trabajo, mi hijastro llegó a casa sintiéndose caído y desnudo.Estaba en una necesidad desesperada de algo de comodidad, y sabía cómo proporcionarlo.Al acostarse en la cama, acaricié suavemente su espalda, mis largas uñas se deslizaban sobre su piel, calmando su estrés.Su respiración se aceleró cuando me acerqué, mi pie rozando su pierna.La sensación lo estremeció, y no pude evitar sonreír.Esta no fue la primera vez que me había encontrado atraída por él, a pesar de que no era mi hijo.Su piel bronceada y la forma en que sus ojos brillaron cuando estábamos solos me hicieron desear más.Mientras continuaba acariciándolo, podía sentir su cuerpo responder a mi toque, y sabía que esto era exactamente lo que necesitaba para sentirse mejor.