Mi hermanastra, una rubia bomba, siempre ansiaba la humillación. Obligé, cabalgando su gran coño mientras ella me hacía la boca, llegando al clímax dentro de ella. Sus piernas y pies cubiertos de pantimedias, un regalo pecaminoso.
El día había sido un poco extraño para mí, mi hermanastra estaba en sus pantalones cortos y pantimedias, y yo sabía que algo iba a pasar.Estábamos solos en la casa, y ella comenzó a provocarme con su culo para luego bajar de rodillas frente a mí, y comenzó a chuparme la polla.Era una sensación extraña, quiero decir, ella es mi hermanasdrastra y todo, pero lo estaba haciendo tan bien, y no pude resistirme.Se quitó los pantaloncitos cortos y vi su gran coño rubio de cerca, y solo tenía que saborearlo.Lo hice, y fue increíble.Luego se subió encima de mí y comenzó a cabalgar mi polla como una vaquera.Estaba tan caliente, y no podía contenerme más.Me vine dentro de ella, y fue una de las cosas más humillantes y sorprendentes que había experimentado nunca.
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