Nunca imaginé que mi madrastra me hiciera una mamada y se tragara mi semen

Siempre me han fascinado las voluptuosas curvas y labios deliciosos de mis madrastras, pero nunca me atreví a fantasear con ella de una manera tan carnal.Hasta que un día, cuando me pilló masturbándose en el baño, tomó el asunto en sus propias manos.Se arrodilló ante mí, bajando el cierre de mi pantalón y dejando al descubierto mi miembro palpitante.Con una sonrisa seductora, engulló todo mi eje, sus expertos en labios y lengua trabajaban su magia.La sensación era abrumadora, y ya no podía contenerme más.Me tomó más profundo, sus ojos se bloqueaban con los míos mientras se tragaba mi clímax.El sabor de mi esencia solo avivó su deseo, y no perdió tiempo en ofrecer sus amplios atributos para un encuentro más íntimo.La experiencia fue más allá de cualquier cosa que había imaginado, dejándome cambiado para siempre por mi toque prohibido.