Masturbándome mientras lucho con mi pis

Cuando el calor de la tarde entre, me encontré con una irresistible necesidad de aliviarme.Sin embargo, surgió una situación inusual - mi vejiga parecía estar jugando un juego travieso, dificultando que me soltara.En un estado de incomodidad y excitación, decidí tomar el asunto en mis propias manos, literalmente.Comencé a acariciar mi miembro palpitante, un movimiento que sorprendentemente alivió la presión en mi vejiga.Cuanto más me daba placer, más fácil se volvía liberar las ganas reprimidas.Las dos sensaciones se entrelazaron, creando una estimulante mezcla de placer y alivio.Me encontré perdido en el éxtasis del auto-placer, todo mientras superaba el desafío de liberar mi orina.La habitación resonó con mis pesadas respiraciones y la suave rusela de mi mano moviéndose a lo largo de mi eje.El clímax era un crescendo de placer, una liberación tanto de mi semen como de mis contenidos de vejiga.La satisfacción era innegable, una combinación perfecta de placer carnal y alivio.