Nos caprichamos el día lluvioso al quedarnos y tener sexo todo el día

Después de un pesado aguacero, nos encontramos atascados dentro, sin nada que hacer sino esperar a que cesara la lluvia.Pero como resulta, estar encerrado en interiores no era tan malo después de todo.Decidimos aprovechar al máximo nuestro inesperado tiempo muerto y disfrutar de algo de diversión caliente.La lluvia al aire libre solo se sumó al estado de ánimo, con el suave patrón de gotas de lluvia en las ventanas sirviendo como perfecto telón de fondo a nuestros momentos íntimos.Empezamos lentos, saboreando cada toque y mirada, acumulando la anticipación hasta que no pudimos contenernos más.La pasión entre nosotros era palpable, cada gemido y jadeo resonando en la casa vacía.Examinamos cada centímetro de cada uno de los otros, sin dejar ninguna parte tocada o sin explorar.La lluvia puede haber puesto freno a nuestros planes, pero seguramente nos acercó.Cuando salió el sol, ambos estábamos drenados y satisfechos, nuestros cuerpos entrelazados en una bruma postcoital.