Jefe y yo nos escabullimos al hotel para un encuentro apasionado

Al calor de un encuentro caliente, nos encontramos anhelando más.La emoción de lo prohibido, la excitación de lo desconocido, era demasiado para resistirnos.A medida que el día llegaba a su fin, sabíamos lo que teníamos que hacer.Nos escabullíamos a un hotel, solo nosotros dos, y nos perdíamos en lo más profundo de nuestros deseos.En el momento en que entramos en esa habitación del hotel, el aire era grueso de anticipación.Sus manos recorrían mi cuerpo, trazando cada curva, cada contorno, hasta que me quedé jadeando de aliento.Su toque era eléctrico, enviando estremecimientos por mi columna con cada caricia.Al rendirse a nuestros deseos, nos perdimos en un mundo de placer.Nuestros cuerpos se entrelazaban, nuestros gemidos de éxtasis llenando la habitación.Era un baile tan antiguo como el tiempo, un ritmo que nunca envejeció.Y a medida que llegamos al pico de nuestra pasión, sabíamos que esto era solo el comienzo de nuestro viaje juntos.