El limpiador de casas del jefe se sorprende cuando es follado rápidamente. Al principio se queda atónito pero luego lo toma ansiosamente. El clímax es un creampie desordenado, dejándolo satisfecho y en silencio.
Al calor de un día indulgente, mi limpiadora de casas jefas se encontró en una posición comprometedora.A medida que subía la temperatura, también lo hacía la tensión entre nosotros.No pude resistir las ganas de tomarla en ese mismo momento y allí, sin siquiera un segundo pensamiento.La emoción de lo prohibido, junto con el olor embriagante de ella, fue demasiado para resistirme.No perdí tiempo en abrir las piernas y hundirme en ella, cada embestida resonando por la vacía casa.La vista de sus retorcimientos debajo de mí, perdida en el placer, fue suficiente para empujarme por el borde.Me retiré solo cuando sentí la cálida sensación de mi liberación llenándola, un testimonio de nuestro encuentro apasionado.La visión de ella, gastada y satisfecha, fue suficiente como para hacerme anhelar más.Pero por ahora, tuve que conformarme con el saber que le había dado un creampie, un recordatorio físico de nuestra intensa conexión.
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